Biotecnología
El desarrollo de un producto a partir de la investigación sobre el uso del aloe vera para la mejora capilar es el objetivo de la ‘spin-off’ Strategos BioTech, la primera empresa de base tecnológica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) en el sector de la biotecnología . Esta empresa está promovida por los investigadores Ana Wägner y Yeray Brito, del Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias (IUIBS) de la ULPGC, y surge como fruto de diferentes proyectos desarrollados en el grupo de investigación de Diabetes y Endocrinología Aplicada, liderado por la doctora Wägner, según informó ayer el centro académico mediante un comunicado.
El rector de la ULPGC, Lluís Serra Majem, y la vicerrectora de Investigación y Transferencia, Marisol Izquierdo, estuvieron en ayer en la firma del acuerdo por el que se reconoce a en la firma del acuerdo por el que se reconoce a Strategos BioTech como empresa de base tecnológica de la ULPGC. Yeray Brito, administrador único de la empresa explicó que a partir de ahora «el objetivo a partir de ahora es transferir un producto a una empresa farmacéutica para que lo comercialice». «Tenemos el prototipo terminado, en fase de maduración», añadió.
El salón de actos del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (Imida), en sus instalaciones de la pedanía murciana de La Alberca, acogerá el próximo viernes una jornada técnica en la que los investigadores José Luis Cenis, Salvador Aznar, Ana Pagán y Ana Lozano, del equipo de Biotecnología, debatirán sobre el ‘Pasado y futuro de la seda: de la industria textil a la medicina regenerativa’.
Este equipo desarrolla desde el año 2004 diversas aplicaciones de la seda en biotecnología y biomedicina. «Esto les ha convertido en un referente en el suministro de biomateriales y proteínas de gran valor para la comunidad de investigación biomédica», explican fuentes de la Consejería de Agricultura.
El cambio climático atenta contra la producción de los principales cultivos, mientras el mundo experimenta una demanda creciente de alimentos. Abastecer a la población en este contexto es uno de los grandes problemas a afrontar durante los próximos años.
Dimensionemos este desafío. El crecimiento de la población mundial es de 1,1 % anual. En 2030 llegaremos a ser 8 500 millones de habitantes en el planeta, unos 700 millones más que actualmente.
Además, el objetivo de incrementar los cultivos se encuentra fuertemente atravesado por factores ambientales y humanos, como los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios en el uso del suelo y las dificultades para acceder al agua.
La primera edición del Premio César Milstein a la Investigación en Biotecnología con Impacto en la Salud destacó hoy a 3 proyectos de excelencia desarrollados por científicos argentinos.
El Primer Premio fue para el equipo liderado por Ricardo Dewey, que desarrolló un nuevo biofármaco con características antifibróticas. La 1° Mención Mención la recibió el grupo de especialistas liderados por Verónica García, creadores de un kit de diagnóstico que permite la detección de la tuberculosis con una eficacia sin precedentes y la 2° Mención para un desarrollo conducido por Marcos Oggero Eberhardt, que permitirá, en el futuro, generar un biofármaco para prevenir y tratar enfermedades neurodegenerativas.
En el año 2050 la población mundial superará los 9 000 millones de habitantes y exigirá un 60 % más de alimentos. Poder cubrir esa demanda será clave en los próximos años. Por ello, se impone el desarrollo de fuentes de alimentos saludables, que no dañen el medio ambiente.
Actualmente el consumo de alimentos ultraprocesados está muy extendido. Son productos baratos que casi no contienen nada del alimento original. Su elevado consumo tiene efectos perjudiciales en la salud humana y del planeta. Vienen preparados para consumir directamente del envase.
El Comité de Valoración de la IV Edición de los Premios de la Cátedra DAM al mejor Trabajo Académico en el “ámbito de la gestión integral y recuperación de recursos del agua residual”, ha acordado otorgar el premio “María Franscica García Usach” en la categoría de Tesis Doctoral a Rosario Rodero Raya, mientras que en la modalidad de Trabajo Final de Máster, el premio “Consuelo Marí” ha sido para Clara Bretas Alvim.
El estudio de la Dra. Rodero Raya, “Optimization of biogas upgrading in algal-bacterial photobioreactors at pilot and demo scale”, ha sido dirigido por los investigadores del Instituto de Procesos Sostenibles (ISP) de la Universidad de Valladolid, Raquel Lebrero y Raúl Muñoz. El trabajo evalúa la influencia de parámetros ambientales y operativos en el rendimiento del upgrading fotosintético de biogás, el desarrollo y validación de un sistema de control para optimizar la operatividad del proceso, la mejora del cosechado de la biomasa mediante el uso de floculación, así como la evaluación del proceso a escala semi-industrial.
La biotecnología, rama de la ciencia que utiliza sistemas biológicos y organismos vivos y sus derivados para crear o modificar productos con fines específicos, tiene tantos tipos como colores el arcoiris. Cada uno de ellos se vincula a distintas ramas. Descubre cuáles son.
Y es que estos organismos vegetales pueden adaptarse a los cambios en su entorno fabricando compuestos químicos. A través de la biotecnología se puede obligar a esos organismos a producir compuestos de interés.
Por ejemplo, las microalgas pueden acumular aminoácidos o antioxidantes si les aportamos algún nutriente. Su cultivo y producción tienen ventajas por su bajo costo y porque no dañan el medio ambiente. Además, constituyen una fuente de antioxidantes, proteínas y ácidos grasos saludables.
La Universidad de Murcia (UMU) ha puesto en marcha un proyecto financiado por la Fundación Séneca para estudiar los compuestos de valor añadido de las algas del Mar Menor, en concreto de las diatomeas por su posible aplicación en la medicina, la cosmética o la nutrición, así como para la recuperación o regeneración de ecosistemas sometidos a algún tipo de impacto ambiental.
La investigadora de biotecnología de la UMU, Marina Aboal, explica que uno de los objetivos de este estudio ha sido “unir la regeneración ambiental con la obtención de productos en medicina, nutrición o cosmética, entre otras aplicaciones”.
Parte del futuro del planeta bulle en el interior de tubos de ensayo al pie del faro de Taliarte, en la costa este de Gran Canaria, donde se encuentra la sede del Banco Español de Algas. Este cofre biológico atesora más de 2.000 cepas de microalgas y cianobacterias, entre ellas especies descubiertas recientemente en Canarias y la Macaronesia, incluida la colección Bimbache con los hallazgos del volcán Tagoro en las profundidades de El Hierro, cocederos de salinas, fumarolas de las Azores o en el cambiante oasis de Maspalomas.
El director científico y responsable de la Unidad de Biotecnología, Juan Luis Gómez Pinchetti, guía por las salas del centro con la solemnidad propia de quien muestra los secretos de un templo, en este caso consagrado a la investigación científica. Su doble función de conservación de la biodiversidad e investigación aplicada ha convertido a estas instalaciones en una referencia nacional e internacional para la adquisición de cepas y el desarrollo de proyectos junto a empresas, consorcios (fundamentalmente europeos) e instituciones.
Aunque parezca sacado de la ciencia ficción, transformar algas en abonos, bioestimulantes y biofertilizantes para reactivar los suelos agotados por la sobreexplotación es posible. La empresa de biotecnología marina Ficosterra lo hace realidad desde 2017.
Su creador, Luis Lombana (1964, São Paulo), es un ingeniero de telecomunicaciones que apenas ejerció su especialidad, pero aprovechó sus conocimientos para apostar por la economía circular.
Las empresas Ceamsa, KeyBiological y Celtarys han sido reconocidas en los IX Premios Bioga, como biotech más competitiva, más innovadora y mejor idea empresarial, respectivamente.
El jurado eligió como la Empresa Biotech Más Competitiva 2021 a Compañía Española de Algas Marinas (Ceamsa), que produce y suministra en todo el mundo una amplia y completa gama de hidrocoloides naturales de alta calidad a diferentes industrias alimentarias, farmacéuticas y cosméticas.
El tiempo correo y los objetivos para lograr los objetivos marcados por la Unión Europea (UE) hacia la descarbonización se van acortando. En este escenario los puertos juegan un papel fundamental, sobre todo en Gran Canaria, que tiene ante sí la oportunidad de transformarse en un laboratorio europeo en este ámbito. “Tenemos que remar hacia esa dirección”, ha señalado el coordinador de Desarrollo Económico del Cabildo insular, Raúl García Brink, tras la tercera edición del Foro Gran Canaria de Economía Azul, que se ha celebrado en la Sala Bandama del Palacio de Congresos Gran Canaria de Infecar.
La lechuga de mar (Ulva spp) ha sido el alga elegida por investigadores de la acción europea Cooperación en Ciencia y Tecnología (COST) para crear una red de expertos con vistas a explorar su potencial en acuicultura, tanto para la biorremediación del agua de cultivo, o como materia prima del pienso por sus propiedades nutracéuticas y nutricionales.
En esta red participan más de 100 científicos de 28 países, entre los que se encuentran los investigadores Ricardo Bermejo, José Lucas Pérez Lloréns e Ignacio Hernández del departamento de Biología de la Universidad de Cádiz.