La reunión do Eixo Atlántico celebrada esta semana en Pontevedra supone un antes y un después en la historia de la eurorregión, por cuanto ha servido para plantear las estrategias de conjunto con vistas a la salida de la crisis y para la transformación y modernización de toda el área. En este encuentro pionero no se plantearon las reivindicaciones al uso ni se hizo un relatorio de los trabajos desarrollados durante la pandemia, en la que los gobiernos municipales fueron las líneas de choque contra los efectos más dañinos, sino un foro donde plantear las transformaciones necesarias para la recuperación y la consolidación. La elaboración de un nuevo modelo con Europa como marco y las áreas municipales como base.