Como ya comentamos en el artículo “Innovación, palanca clave para evolucionar hacia modelos circulares”, la Unión Europea ha identificado cuatro modelos bajo los cuales se pueden enmarcar las actuaciones en materia de Economía Circular. Uno de estos modelos hace referencia al diseño circular de los productos, los materiales que se emplean, así como su origen. En este artículo abordamos este modelo con ejemplos actuales que muestran cómo empresas de distinto tamaño y procedencia apuestan por la circularidad.
Todos los alimentos y sus materias primas buscan el máximo aprovechamiento, en este caso vemos el ejemplo del café. En la Unión Europea se han aprobado nuevos alimentos a partir del café, lo que nos permite ver un enfoque de mayor circularidad por parte de los productores de café. Algunos usos alternativos han dado lugar a nuevos alimentos, en particular se han dado dos: infusión de hojas de café y la pulpa seca de las cerezas de Coffea arabica L. o Coffea canephora Pierre ex A. Froehner y su infusión. Además, EFSA ha evaluado la seguridad para emplear la cáscara de café como ingrediente para bebidas no alcohólicas. Comentamos algunos de los aspectos más relevantes de los diferentes usos del café aprobados o en vías de aprobación por la Unión Europea.
WINE –EVIB (siglas de “Valorización Electroquímica de Subproductos de la Industria del VINO”) es un proyecto de nueva adjudicación que propone desarrollar procesos electroquímicos para la valorización de residuos de biomasa de la industria vitivinícola.
Deben desarrollarse procesos de biorrefinería adecuados para lograr todo el potencial de la biomasa como fuente neta cero de productos químicos básicos y combustibles. Los procedimientos termocatalíticos típicos utilizados para refinar productos derivados de la biomasa consumen energía y, por lo tanto, no son sostenibles, entre otras cuestiones. La electroquímica ha surgido como una alternativa para la valorización de la biomasa. No obstante, las biorrefinerías electroquímicas se encuentran en su etapa inicial de desarrollo, lo que ofrece una gran oportunidad para establecer una posición sólida en el campo. Proponemos aquí desarrollar procesos electroquímicos para la valorización de residuos de biomasa de la industria vitivinícola.
El caso de éxito Aguas Minerales de Firgas, identificado por la Asociación Industrial de Canarias (Asinca), es una de las entidades participantes en la campaña divulgativa de la ACIISI sobre la Red CIDE.
Agua de Firgas es un ejemplo de innovación en sostenibilidad y en economía circular por su compromiso con la protección de la naturaleza y la gestión medioambiental de los residuos. Sus promotores entienden que para mantener esta industria a la vanguardia en materia de desarrollo sostenible ha sido vital el apoyo de la Red CIDE.
El Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA), organismo autónomo adscrito a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, ha puesto en marcha una campaña que lleva el nombre de ‘Calendario de navidad Ecolocal’ para promocionar el producto ecológico y local en estas navidades.
La industria de alimentación y bebidas ha reclamado una legislación en economía circular asumible para las empresas del sector en el transcurso de un encuentro institucional que ha celebrado la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) con la participación de la subdirectora general de Economía Circular del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Margarita Ruiz, y representantes del sector para analizar el proyecto de Real Decreto de envases y re …
Así es el primer piloto de filtro verde forestal de la industria cervecera
Heineken, Eulen, INIA-CSIC e IMDEA AGUA han sido los impulsores de esta plantación de 1.000 m2 en los terrenos que la cervecera tiene en Madrid.
Heineken España ha instalado un filtro verde piloto en los terrenos ubicados en su fábrica de San Sebastián de los Reyes, en Madrid. Se trata de una plantación de 1.000 m2 compuesta por diferentes materiales genéticos de chopo y sauce (clones), los cuales están siendo regados con el agua residual procedente de la fabricación de la cerveza, con el objetivo de corroborar su capacidad natural de depuración, así como de producir biomasa de forma intensiva, capturar CO2, incrementar la biodiversidad en terrenos industriales, y recargar acuíferos con agua depurada.
La instalación de este piloto ha sido ejecutada por el Grupo EULEN y se basa en el conocimiento y en la experimentación específica llevada a cabo por investigadores de los centros públicos de investigación Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC) y el Instituto Madrileño de Investigación IMdea Agua. Ambos centros, junto al Grupo EULEN, están desarrollando un proyecto pionero de 36 meses de duración denominado “Generando biomasa con aguas regeneradas: oportunidad para la bioeconomía circular (Bioarbio)”.
En la experimentación bajo condiciones controladas se seleccionaron los materiales vegetales que mostraron mayor adaptación potencial bajo riego con aguas residuales. Con este material se ha realizado la instalación del filtro verde piloto que permitirá estudiar en el futuro la interacción con el ambiente (suelo y microbiota), así como los servicios ecosistémicos adicionales que el filtro puede generar
El proyecto “Bioarbio” está subvencionado por la Comunidad de Madrid, dentro del programa Doctorandos Industriales de la Consejería de Educación, y lleva asociado la elaboración de una Tesis Doctoral, la cual será presentada en el primer trimestre de próximo año 2023, y que arrojara información relevante para avanzar en futuras investigaciones en relación a la economía circular del agua, el tratamiento de aguas residuales mediante tecnologías que imitan a la naturaleza y la producción de biomasa al mismo tiempo que se generan otros servicios ambientales Para todo ello será clave la apuesta decidida por la investigación en los aspectos mencionados.
Resultados del filtro verde
Hasta el momento, los resultados preliminares que se están obteniendo de este proyecto son muy satisfactorios a todos los niveles, por lo que pretende generar un marco que permita llevar a cabo futuras investigaciones aplicadas en el piloto actualmente instalado en la fábrica de Heineken en Madrid. Esto posibilitará ampliar significativamente el conocimiento actual adquirido sobre este tipo de soluciones basadas en la naturaleza, todo ello encuadrado en un contexto de bioeconomía circular del agua.
Además, el éxito de este proyecto pone en valor la necesidad y el interés de acometer proyectos de innovación científica aplicada mediante una colaboración público-privada. En este sentido, tanto Heineken España, como el consorcio formado por el Grupo EULEN, INIA-CSIC e IMdea Agua, pretenden apostar, apoyar y ampliar el conocimiento actualmente adquirido, recurriendo a futuras convocatorias de proyectos de investigación en colaboración público-privada, previstos por el Ministerio de Ciencia para los próximos meses.
- El centro tecnológico Ceit ha aplicado tecnologías de control inteligente en el marco de la iniciativa europea CircRural 4.0 para impulsar la eficiencia energética y la economía circular de las estaciones depuradoras de zonas rurales.
- La solución de control hace posible dar una segunda vida a los residuos generados en la depuración de aguas residuales y ha sido implementada en dos instalaciones de España y Portugal.
- El proyecto ha sido financiado por el programa de la Unión Europea Interreg Sudoe y ha contado con la colaboración de universidades, centros tecnológicos y entidades del sector del agua.
Tecnologías de control inteligente para EDAR rurales
Dar una segunda vida a los residuos
CircRural 4.0 finaliza con resultados «positivos» en beneficio de las EDAR rurales
La colaboración entre empresas, centros de I+D y proveedores tecnológicos es clave para aprovechar todo el potencial de las corrientes residuales.
AINIA, organización que brinda soluciones en innovación y tecnología, realizó hoy el IV Seminario Técnico Internacional Gestión del Agua de las Industrias Agroalimentarias, en la que se abordaron temas relacionados a la reutilización de las aguas residuales y de proceso; las posibles iniciativas que el sector agroalimentario puede adoptar para una gestión sostenible del agua o su regeneración y reutilización como parte de la gestión integral hídrica de la empresa.
El marco legal y normativo actual relacionado con la depuración y la reutilización del agua en la industria alimentaria es de especial interés por las necesidades y oportunidades que supone como forma de mejorar la sostenibilidad de su gestión en el sector alimentario.
Alfredo Rodrigo, miembro del departamento de Medioambiente de AINIA, ha destacado la importancia del agua como recurso natural esencial dentro de la cadena alimentaria, “desde la etapa de producción agrícola de las materias primas, pasando por su transformación en las industrias alimentarias, hasta el consumo final de los alimentos por parte de los consumidores. En este sentido, el uso de indicadores hídricos permiten a las industrias alimentarias la cuantificación, evaluación y mejora de la gestión de este recurso y de las aguas residuales generadas, cuyo alcance puede limitarse a una etapa concreta de la cadena alimentaria o a todo el ciclo de vida del producto”
Otro punto señalado se refirió a que la calidad del agua se ha empobrecido, y sumado a su escasez, se necesitan acciones desde diversos sectores para mitigar esta tendencia. En la situación actual, según ha explicado Jorge García, del departamento de Medioambiente de AINIA, la aplicación de estrategias basadas en el concepto de economía circular adquiere gran relevancia, “Esta transformación requiere de la tecnología para hacerla realidad, siendo el catalizador para un modelo más verde, sostenible, económicamente circular y hermanado con la simbiosis industrial entre sectores y tejidos diversos, como el industrial, el académico y el social”.
La minimización del consumo de agua en la actividad industrial, reciclaje o depuración de las corrientes residuales para reducir su impacto medioambiental y la regeneración, junto a la desinfección y recuperación de esas aguas residuales para su reutilización, se han sumado como parte de soluciones a brindar con tal de mejorar la gestión y mejorar la calidad del residuo. A su vez, se propuso que la economía circular supone un cambio de paradigma en el que el agua residual pasa de ser un simple residuo, a tratarse como una rica fuente de recursos que pueden ser recuperados a través de la innovación tecnológica.
“Esta tecnología está fundamentada en la utilización de microorganismos con capacidad de transferencia electrónica a un electrodo o un compuesto en el medio de reacción, por lo que las posibilidades de aplicación de esta biotecnología son amplias tanto en el tratamiento de residuos como en la fabricación de biosensores o en la biosíntesis industrial”, según ha destacado Pau Ródenas, departamento de Medioambiente de AINIA.
En cuanto a experiencia empresariales de éxito, Alejandro Caballero, Product Manager de Bioazul, sentenció explicando el caso de éxito conocido como sistema Water2Return, en el que se recuperan compuestos de interés presentes en agua residuales de mataderos, para la extracción y preparación posterior de productos agronómicos.
El grupo MEMTech estudia distintos procesos de membranas.
- El grupo de tecnología de membranas (MEMTech), liderado por el Dr. Eloy García Calvo, es un equipo multidisciplinar que estudia el ciclo de vida de las membranas en su totalidad, desde su preparación, implementación en el tratamiento de agua, hasta el final de su vida útil y reciclaje
Principales líneas de investigación
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Preparación de nuevas membranas y de segunda generación
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Implementación de la tecnología de membranas para el tratamiento de agua
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Reciclaje de membranas
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Estudio transversal de la tecnología de membranas mediante el análisis de ciclo de vida (ACV) y estudio económico
Proyectos nacionales
Por Abraham Esteve Núñez, investigador asociado de IMDEA Agua.
Las industrias agroalimentarias tienen por delante el reto de adoptar los principios de la economía circular en la gestión del agua.
El objetivo es rediseñar los procesos productivos con la mentalidad de evitar las “aguas residuales” y considerar todas las corrientes líquidas generadas como una fuente de recursos a aprovechar. La meta es alcanzar la eficiencia máxima en el uso del agua optimizando su uso y facilitando el máximo reciclado interno o externo de los recursos, y/o reutilización del agua en la propia planta o en el entorno próximo.
Un cambio en la forma de pensar con una visión integral y circular del uso del agua junto con la incorporación de nuevas tecnologías de tratamiento hará posible esta transformación.
Europa tiene una estrategia para desviar la ineludible trayectoria actual de colapso de los recursos puestos en servicio, hacia una sociedad neutra en carbono, sostenible, generando el mínimo impacto ambiental posible y eficiente en el uso de éstos. Todo pasa por aplicar conceptos económicos basados en la circularidad en las diferentes etapas de la cadena de valor.
La forma en la que se obtiene, transforma, distribuye, trata y se reutiliza el agua que consumimos no se queda fuera de esta estrategia. Y si consideramos los espacios insulares europeos, en donde el agua es un recurso muy limitado y normalmente sujeto a considerables impactos, aplicar principios de economía circular y sostenibilidad se convierte en una obligación de los Estados miembros europeos. Sin dejar atrás el papel que juegan los consumidores en este reto a conseguir antes de 2050.
En las islas europeas, las cuales por número y por población mayormente se localizan en el sur del continente (Grecia, Italia, España), el agua que se consume históricamente proviene de la pluviometría local, y cada vez más se obtiene de procesos industriales, como la desalación de agua de mar. Aquí nos encontramos la primera oportunidad de aplicar criterios circulares. Los procesos deben tender a incrementar la proporción de agua desalada frente al agua captada. Además, eso permitirá reducir los volúmenes de salmuera que se generan, a la par que se valoriza este vertido con muchas expectativas de explotación. Cada vez más, los procesos para potabilizar y desalar tienden a reducir los productos químicos usados y/o a aplicar los menos tóxicos existentes.
En los espacios insulares europeos, donde el agua es un recurso muy limitado y normalmente sujeto a considerables impactos, aplicar principios de economía circular y sostenibilidad se convierte en una obligación.
Aparte de todo ello, la constante búsqueda de la máxima eficiencia energética y el uso de las energías renovables para reducir la huella de carbono, usadas ya sea de forma directa en bombeos o plantas de proceso, o mediante inyección a la red eléctrica, deben convertirse en obligación normativa en la cadena de valor del ciclo industrial del agua.
En cualquier territorio europeo, particularmente en entornos insulares, es inconcebible mantener rendimientos hidráulicos en las redes de distribución de agua, potable o agrícola, por debajo del 80%. Las mermas en las redes superan en muchas islas el 40%. Son, a día de hoy, la gran batalla ante la circularidad. No solo representan pérdidas económicas en la gestión municipal, sino que son un verdadero sumidero de pérdida energética y de impacto ambiental, al tratarse de aguas subterráneas con un alto valor ecológico o de aguas desaladas con una alta huella de carbono.
En este ámbito del consumo de agua potable para abastecimientos urbanos, el ciudadano juega un doble papel esencial. Por un lado, tiene en su “mano” reducir el consumo del recurso y por otro, velar por no contaminar más de la cuenta el agua que usa, que posteriormente tendrá que ser regenerada y reutilizada en usos de valor añadido. Las dotaciones por habitante en las islas europeas, sociedades aisladas antaño con mínimos recursos económicos, se han duplicado en menos de treinta años. El crecimiento económico, el estado de confort, el turismo, etc., repercuten inexorablemente en el incremento de la demanda y se hace preciso aplicar mecanismos de ahorro y sistemas de tarificación que fomenten el uso racional del agua. Europa apunta a mejorar un 10 % la eficiencia en el uso del agua. Objetivamente, parece un reto muy conservador.
La reutilización de aguas es un pilar fundamental en la economía circular al valorizarse un residuo como es un agua residual. La adecuada depuración y regeneración de aguas en islas es clave, puesto que se pone en valor un recurso que puede cubrir ampliamente usos agrícolas, ciertos usos urbanos o industriales, cubiertos mayormente con recursos naturales o aguas desaladas. Y por otro lado, se reduce la presión ambiental sobre el medio marino, puesto que hoy en día se devuelve al mar un altísimo porcentaje de las aguas servidas. Es en este eslabón de la gestión del agua donde mayores esfuerzos deben ponerse, puesto que la depuración y la regeneración de aguas presenta grandes oportunidades de circularidad (reúso, nutrientes, agua a menor coste), a la vez que se pueden alcanzar otros objetivos de adaptación al cambio climático.
Y es que el cambio climático, ya visible en nuestras islas, nos obliga a mejorar la eficiencia en el uso del agua en hogares, industrias, sector turístico, áreas recreativas y complejos agrícolas. La estrategia circular nos permitirá reducir la demanda y fomentar la oferta sostenible de los recursos hídricos, junto a una adecuada planificación hidrológica con instrumentos útiles de gobernanza.
Circularidad, mitigación y adaptación al cambio climático, van de la mano en los entornos insulares para orientar nuestra sociedad hacia la sostenibilidad y adentrarse en otro reto aún mayor: la soberanía hídrica, energética y alimentaria.
Circularidad, mitigación y adaptación al cambio climático, van de la mano en los entornos insulares, para orientar nuestra sociedad hacia la sostenibilidad y adentrarse en otro reto, aún mayor, que no es otro que la soberanía hídrica, energética y alimentaria.
La comarca Norte contará con la primera desaladora de Canarias con criterios de economía circular. Se ubicará en el parque científico tecnológico de La Punta de Gáldar
La Mancomunidad del Norte ha adjudicado a la UTE formada por la empresa Canaragua y Elmasa los servicios de ingeniería, fabricación, instalación, puesta en marcha, explotación y legalización de una desaladora de agua de mar basada en criterios de economía circular para ser instalada en el Parque Tecnológico de Gran Canaria, en la Punta de Gáldar. Todo ello por un importe de 207.583 euros,
Será la primera planta industrial de Canarias diseñada bajo los criterios de economía circular, concebida como un proceso de producción de agua desalada con totales garantías, que requerirá la mínima energía al mayor factor de conversión posible, haciendo un uso sostenible de las materias primas.
La desaladora propuesta por la UTE se basa en la tecnología de ósmosis inversa, contará con una capacidad de producción de 375 m3/d de agua desalada, con menos de 750 uS/cm de conductividad, de los que 75m3/d se podrán destinar a agua de abasto para consumo humano del personal e investigadores que trabajen en el parque científico tecnológico; y el resto será agua industrial para la actividad de proyectos de las propias instalaciones.
Por el carácter altamente innovador y de máxima eficiencia que se pretende con esta desaladora, con el fin de respetar los principios de economía circular por los que el parque científico se constituye, esta planta presenta una serie de diferencias en el diseño y explotación. Entre ellas está la de no usar reactivos químicos en el pretratamiento; eliminar la filtración en arena al contar con un pozo playero de captación de agua de mar del que se prevé una adecuada calidad de agua a desalar; y dimensionar la desaladora con el equilibrio óptimo entre la conversión del proceso, el más bajo flujo de membrana posible y la energía consumida. Todo ello unido a un sofisticado sistema de control y adquisición de datos para garantizar una operación eficiente en modo automático presencial y remoto.
Además, según informa la Mancomunidad de Ayuntamientos del Norte, se va a incorporar en este diseño un elemento diferenciador para reducir aún más si cabe la huella de carbono de la desalación. Será la contribución de energía solar fotovoltaica aislada de red sin excedentes, conectada directamente a los variadores de frecuencia de las bombas de la planta. Es un concepto innovador que permitiría, gracias a una instalación de 22,5 kWp de energía solar fotovoltaica en la cumbrera de la nave donde estará alojada la planta desaladora, alcanzar un ahorro esperado de energía de la red eléctrica superior al 20% al año. Aplicaciones similares en plantas desaladoras testadas por el Instituto Tecnológico de Canarias en sus instalaciones de Pozo Izquierdo avalan esta solución para poder alcanzar ahorros de energía fósil de hasta un 35% operando en franja diurna.