En el año 2050 la población mundial superará los 9 000 millones de habitantes y exigirá un 60 % más de alimentos. Poder cubrir esa demanda será clave en los próximos años. Por ello, se impone el desarrollo de fuentes de alimentos saludables, que no dañen el medio ambiente.

Actualmente el consumo de alimentos ultraprocesados está muy extendido. Son productos baratos que casi no contienen nada del alimento original. Su elevado consumo tiene efectos perjudiciales en la salud humana y del planeta. Vienen preparados para consumir directamente del envase.

Y es que estos organismos vegetales pueden adaptarse a los cambios en su entorno fabricando compuestos químicos. A través de la biotecnología se puede obligar a esos organismos a producir compuestos de interés.

Por ejemplo, las microalgas pueden acumular aminoácidos o antioxidantes si les aportamos algún nutriente.  Su cultivo y producción tienen ventajas por su bajo costo y porque no dañan el medio ambiente. Además, constituyen una fuente de antioxidantes, proteínas y ácidos grasos saludables.

Un equipo de investigación de la Universidad de Almería ha desarrollado un simulador del crecimiento de microalgas depuradoras de aguas residuales.
La herramienta de predicción, gratuita y de acceso libre, recopila datos sobre cómo se comportan estos microorganismos junto con las bacterias que contiene el agua residual bajo distintas condiciones de cultivo. Así, los expertos deciden cuál es el mejor momento para emplearlos en entornos acuáticos contaminados.
El empleo de las microalgas para limpiar aguas residuales procedentes del ámbito doméstico supone una alternativa más económica a los procesos de depuración convencionales, puesto que requiere el uso de menos energía para mover los mecanismos habituales que separan el agua de la materia orgánica.

La Universidad de Murcia (UMU) ha puesto en marcha un proyecto financiado por la Fundación Séneca para estudiar los compuestos de valor añadido de las algas del Mar Menor, en concreto de las diatomeas por su posible aplicación en la medicina, la cosmética o la nutrición, así como para la recuperación o regeneración de ecosistemas sometidos a algún tipo de impacto ambiental.

La investigadora de biotecnología de la UMU, Marina Aboal, explica que uno de los objetivos de este estudio ha sido “unir la regeneración ambiental con la obtención de productos en medicina, nutrición o cosmética, entre otras aplicaciones”.

Parte del futuro del planeta bulle en el interior de tubos de ensayo al pie del faro de Taliarte, en la costa este de Gran Canaria, donde se encuentra la sede del Banco Español de Algas. Este cofre biológico atesora más de 2.000 cepas de microalgas y cianobacterias, entre ellas especies descubiertas recientemente en Canarias y la Macaronesia, incluida la colección Bimbache con los hallazgos del volcán Tagoro en las profundidades de El Hierro, cocederos de salinas, fumarolas de las Azores o en el cambiante oasis de Maspalomas.

El director científico y responsable de la Unidad de Biotecnología, Juan Luis Gómez Pinchetti, guía por las salas del centro con la solemnidad propia de quien muestra los secretos de un templo, en este caso consagrado a la investigación científica. Su doble función de conservación de la biodiversidad e investigación aplicada ha convertido a estas instalaciones en una referencia nacional e internacional para la adquisición de cepas y el desarrollo de proyectos junto a empresas, consorcios (fundamentalmente europeos) e instituciones.

Aunque parezca sacado de la ciencia ficción, transformar algas en abonos, bioestimulantes y biofertilizantes para reactivar los suelos agotados por la sobreexplotación es posible. La empresa de biotecnología marina Ficosterra lo hace realidad desde 2017.

Su creador, Luis Lombana (1964, São Paulo), es un ingeniero de telecomunicaciones que apenas ejerció su especialidad, pero aprovechó sus conocimientos para apostar por la economía circular.

Las empresas Ceamsa, KeyBiological y Celtarys han sido reconocidas en los IX Premios Bioga, como biotech más competitiva, más innovadora y mejor idea empresarial, respectivamente.

El jurado eligió como la Empresa Biotech Más Competitiva 2021 a Compañía Española de Algas Marinas (Ceamsa), que produce y suministra en todo el mundo una amplia y completa gama de hidrocoloides naturales de alta calidad a diferentes industrias alimentarias, farmacéuticas y cosméticas.

La lechuga de mar (Ulva spp) ha sido el alga elegida por investigadores de la acción europea Cooperación en Ciencia y Tecnología (COST) para crear una red de expertos con vistas a explorar su potencial en acuicultura, tanto para la biorremediación del agua de cultivo, o como materia prima del pienso por sus propiedades nutracéuticas y nutricionales.

En esta red participan más de 100 científicos de 28 países, entre los que se encuentran los investigadores Ricardo Bermejo, José Lucas Pérez Lloréns e Ignacio Hernández del departamento de Biología de la Universidad de Cádiz.

El desarrollo de la economía azul en Canarias ha provocado la diversificación de sectores en los cuales se pueden encontrar un amplio abanico de oportunidades laborales. Este nuevo modelo económico, que se presenta como un modelo innovador y sostenible, se define como la importancia de los mares y océanos como impulsores de la economía gracias a su capacidad de innovación y posibilidad de crecimiento

El efecto de la erupción de La Palma sobre el medio marino, en especial sobre el plancton, las microalgas y las cianobacterias, está siendo observado por los investigadores del Instituto de Oceanografía y Cambio Global y del Departamento de Física de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, quienes están prestando su apoyo al Instituto Español de Oceanografía (IEO).

Marta Sansón Acedo, esta especialista en botánica marina, doctora en Biología y profesora del Departamento de Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal de la Universidad de La Laguna sabe bien que en ‘La Punta’, además de ese bendito olor a mar, del pescado fresco y de muchos de los mejores chapuzones de Tenerife, se encuentra uno de los últimos bastiones de la Cystoseira Abies-Marina, actualmente Gongolaria abies-marina, conocida popularmente en Canarias como ‘mujo amarillo’, el mujo de nuestras playas de toda la vida, una macroalga marina que se encamina a la extinción si no se actúa de inmediato

Publicada la licitación del contrato de obra para acondicionar la nave del área de desarrollo biotecnológico del ITC en Pozo Izquierdo, en cuyas instalaciones se ubicará la Incubadora de Alta Tecnología en Biotecnología Azul y Acuicultura

La creación de la Incubadora de Alta Tecnología (IAT) forma parte de las actuaciones promovidas por el Cabildo de Gran Canaria, el Instituto Tecnológico de Canarias, el Banco Español de Algas y el Instituto Universitario ECOAQUA de la ULPGC dentro de la iniciativa BIOASIS Gran Canaria, con el objetivo de impulsar el sector de la biotecnología azul y la acuicultura en la isla.

Producción sostenible y simbiótica de organismos acuáticos y vegetales para alimentación, cosmética y farmacia. En AlgaQua empleamos sistemas de producción basados en lo que se conoce como Acuicultura Multitrófica Integrada que consiste en cultivar distintas especies, de forma que los desechos de una son aprovechadas por otras, por ejemplo, el agua proveniente de la cría de peces que es rica en nutrientes puede ser aprovechada para crecer vegetales

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