Google, Yahoo, Bing… Seguro que cada día utilizas estos motores de búsqueda u otros similares para buscar información y navegar por cientos de páginas web. Pero, ¿sabías que sólo suponen un 4% del total de la red de internet? A esta mínima parte la conocemos como clear web, que es la red por la que navegamos de manera habitual compartiendo nuestra IP pública y que cuenta con páginas indexadas o plataformas como, por ejemplo, Facebook o X. Pero, ¿qué sucede con el 96% restante? Esta amplia mayoría de contenidos recibe el nombre de deep web, un lugar inaccesible para los buscadores habituales, ya que suele tratarse de páginas dinámicas que se generan a partir de una serie de datos como, por ejemplo, la intranet de una empresa o el campus virtual de un centro educativo.

AENOR y Microsoft han firmado un acuerdo de colaboración para no sólo promover la innovación en diversos sectores, mediante la implementación de la Inteligencia Artificial (IA) generativa en las soluciones ofrecidas por AENOR, sino también para trabajar conjuntamente en el desarrollo de una certificación AENOR para la gestión Ética y Responsable de la IA, basada en estándares internacionales (como ISO/IEC 42001:2023 Sistema de gestión de la IA, ISO/IEC TR 24368:2022. Aspectos Sociales y Éticos en la IA) y en tecnología de Microsoft, alineada con la regulación Europea (EU Artificial Intelligence Act). Asimismo, el acuerdo facilitará potenciar la digitalización de las empresas del Grupo AENOR y modernizar la atención al cliente.

El acuerdo contempla la integración de IA Generativa en los servicios y soluciones de AENOR para que la entidad desarrolle productos de manera interna, con el objetivo de ofrecer respuestas más rápidas y eficientes a sus clientes, a escala.

Unión Profesional, asociación integrada por 35 Consejos Generales y Superiores y Colegios Profesionales de ámbito estatal (entre los que se encuentra el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España -COGITI-), y Red.es, entidad adscrita al Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, han sumado esfuerzos y conocimientos para llevar a cabo un programa formativo transversal y multisectorial dotado con 200 millones de euros, cuyo objetivo fundamental es formar, en el plazo de dos años, a 80.000 profesionales en materia de digitalización e inteligencia artificial para impactar así en la calidad de los servicios que se prestan a la ciudadanía.

La basura digital o tecnológica (e-waste) es un problema creciente que afecta tanto a la sociedad, el planeta como la economía. En la era digital actual, con cada clic, descarga y almacenamiento, generamos una cantidad asombrosa de datos y archivos que, con el tiempo, se convierten en residuos virtuales. Un desafío a nivel global que atañe directamente a las empresas. Dependientes de la tecnología para sus operaciones diarias, las empresas generan enormes volúmenes de datos y dispositivos electrónicos que rápidamente pueden volverse obsoletos. Pero, ¿cómo sobrevivir en un mercado cada vez más digitalizado sin ser aplastado por la carga de la basura digital?

La tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, y es un reto para todos seguir ese ritmo. Entre ellos, las pymes también deben prepararse activamente para incorporarla a su actividad, sobre todo si les beneficia en su caso concreto. Uno de los últimos avances tecnológicos es la tecnología cuántica, la cual consiste en adoptar los principios de la física cuántica para crear nuevas herramientas y mejorar procesos ya existentes.

Aplicando este conocimiento al mundo empresarial, se pueden obtener varios beneficios, tales como el aumento de la eficiencia y agilidad en los análisis de datos, la mayor precisión de los cálculos, la ampliación de la información accesible, la creación de modelos predictivos más exactos, mejorar la seguridad y protección de los datos de la empresa, etc. Lo más importante para una pyme que quiera adoptar la tecnología cuántica es la preparación y disposición que ofrezca para usar estas nuevas herramientas, ya que esto simplifica la transición a una nueva metodología y aumenta sus probabilidades de éxito en diferentes ámbitos.

Blockchain, o cadena de bloques, es una tecnología de registro distribuido que permite el almacenamiento seguro y transparente de información. A diferencia de una base de datos tradicional, donde los datos se almacenan en un solo lugar, en blockchain la información se guarda en bloques que están enlazados entre sí y distribuidos a lo largo de una red de computadoras, conocidas como nodos.

Cada bloque contiene un conjunto de transacciones o datos, un sello de tiempo y un enlace al bloque anterior. Esto crea una cadena inmutable de registros que es extremadamente difícil de alterar. Si alguien intenta cambiar la información en un bloque, tendría que modificar todos los bloques anteriores en la cadena, lo cual requiere un poder computacional inmenso y es prácticamente inviable.

Entra en vigor la Ley Europea de Inteligencia Artificial (Ley de IA), el primer Reglamento global sobre inteligencia artificial del mundo. La Ley de IA está diseñada para garantizar que la IA desarrollada y utilizada en la UE sea fiable, con salvaguardias para proteger los derechos fundamentales de las personas. El Reglamento tiene por objeto establecer un mercado interior armonizado para la IA en la UE, fomentando la adopción de esta tecnología y creando un entorno propicio para la innovación y la inversión.

Para complementar este sistema, la Ley de IA también introduce normas para los denominados modelos de IA de uso general, que son modelos de IA de gran capacidad diseñados para llevar a cabo una amplia variedad de tareas, como la generación de textos similares a los humanos. Los modelos de IA de uso general se utilizan cada vez más como componentes de aplicaciones de IA. La Ley de IA garantizará la transparencia a lo largo de la cadena de valor y abordará los posibles riesgos sistémicos de los modelos más capaces.