Con motivo de la celebración del Día Mundial del Reciclaje, repasamos los distintos procesos de economía circular que se llevan a cabo en las biofactorías de aguas residuales, un sector en el que España es pionero en la reutilización.

Al principio, la estruvita era un problema para las depuradoras. Este mineral, que contiene elevadas concentraciones de fósforo y nitrógeno, cristalizaba de forma espontánea al eliminar estos elementos químicos de las aguas residuales y causaba obstrucciones al acumularse en las tuberías o los depósitos, lo que podía llegar a inutilizar parte de las instalaciones y provocaba importantes gastos de mantenimiento.

La solución fue indudablemente innovadora: dirigir el proceso de cristalización para obtener la estruvita de manera controlada, de tal manera que lo que antes era un engorroso coste ahora es un recurso que se obtiene de forma industrial y sirve para fertilizar campos. Además, se disuelve lentamente, lo que hace que sea un componente muy interesante para aquellos cultivos o zonas forestales que se abonan cada ciertos años, disminuye el riesgo de contaminación de acuíferos y aumenta el grado de aprovechamiento por parte del vegetal.

Por otro lado, apenas contiene metales pesados, por lo que la contaminación de acuíferos es mucho menor. Eso sin tener en cuenta sus enormes ventajas económicas, ya que la producción de este mineral reduce los costes de mantenimiento de las EDAR, al ser más barato que los métodos convencionales de eliminación de fósforo, y reduce la producción de fangos y sus costes derivados.

Eso sí, por el momento en algunos países como España aún no está aceptada legalmente la aplicación de este “oro amarillento” extraída de las EDAR a nivel agrícola, a pesar de que la tecnología necesaria existe, como en el caso de Phosphogreen del grupo Suez, del que ya existen referentes industriales en Dinamarca.

En cualquier caso, la estruvita resume a la perfección el enorme potencial circular de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR). Con motivo de la celebración este domingo del Día Mundial del Reciclaje, repasamos los distintos procesos de economía circular que se llevan a cabo en estas vitales instalaciones, que no solo limpian los residuos del agua que utilizamos sino que, por el camino, producen otros materiales.

Actualmente, España cuenta con cerca de 2.000 estaciones depuradoras de aguas residuales, que tratan un volumen de agua residual de 4.097 hectómetros cúbicos de agua al año, lo que supone un total de 102 metros cúbicos de agua residual depurada por habitante y año. Gracias a las innovaciones del sector, las aguas residuales son un ejemplo de sistema circular.

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